Día Internacional del S.Asperger

No encuentro mejor momento para decirle a una persona muy especial que soy muy afortunada de conocerla,  darle las gracias por haberme permitido entrar donde solo unos pocos privilegiados lo hacen y conocerla, y por todo lo que me enseña profesional y personalmente. Gracia por compartir, desnudar y acercarnos un poco para entender un ápice de lo que sientes.

Gracias T.

 

Sobre mi diagnóstico 

¿Qué hago yo aquí?

Soy un río

No soy un río cristalino, a menos que sepas encontrar el lugar en el que las aguas están en calma. Si el mar y sus mareas suben y bajan siguiendo a la luna, como una especie de danza infinita, yo bailo sola de principio a fin.

Tengo tantos afluentes que he perdido la cuenta, y todos ellos son tan inconsistentes como yo. Bebo de ellos, pero no son constantes, tal y como yo no soy predecible.

Durante una sequía mi caudal sigue arrasando con lo que ve, y en medio de las lluvias más intensas me veo reducida a un hilillo de agua serpenteante.

Crezco hasta perder mi forma, me evaporo hasta casi ser tan sólo un recuerdo, pero nunca dejo de existir. Cada vez que me tambaleo de un extremo a otro suplico poder ser un río que fluye en calma, no sé a qué o quién, pero suplico. Los puntos medios siguen fuera de mi control.

Cuando mi caudal destroza todo a su paso oigo las voces que afirman que estoy fuera de control, que hay que controlarme y marcarme el camino. Y a cada intento, la destrucción que podría haber sido un rasguño se convierte en desolación irreparable y dolor.

Cuando apenas hay agua en mi, sin embargo, las voces afirman que es mi culpa. Mi lecho no es el adecuado, los cauces que elegí no son los correctos. Los calderos, mangueras, pozos con los que sacaron el agua de mi, pensando que sería infinita, ahora les parecen invisibles.

Soy un río.

Y, como un río, soy libre.
Siempre existirán voces que sabrán cómo hacer piragüismo en mis aguas turbulentas y tirarán abajo diques en mis sequías, para hacer más corta la espera a una nueva inundación.

Soy un río.

Soy un río que alberga mucho más que agua. Soy un ecosistema, soy vida.
Hay quien intenta buscar en mí oro, encontrando en mi fondo una perdición segura.
Hay quien me cruza, quizás de una orilla a otra, quizás durante un largo tramo y luego sigue su camino para volver.

Hay quien ha aprendido a flotar en mis épocas de aguas calmadas y sabe a qué roca agarrarse cuando se desata la violencia en lo más profundo de mi, revolviendo la arena, no dejando ver el fondo.

Y yo… yo soy un río.

Soy una fuerza de la naturaleza con la oportunidad de conocer el mundo que habita en su interior, y de alimentar de sí mismo aquello que le rodea.

Que sean muchos los peces que habiten mis aguas.
Que sean muchos los campos que riegue.
Que los árboles que han bebido de mi sigan ahí cuando yo me pierda en el mar,
que sean testigos y prueba viva de mi existencia.

(En primera persona. T.)