SENTIRSE BIEN

Las crisis de la vida moderna, los problemas realistas, crónicos y ambiguos que no parecen tener una causa externa evidente, como las frustraciones, la auto culpa, falta de confianza en uno mismo…

Si tiene miedo a que le ocurra algo, padece episodios de pánico en los que siente perder el control, es casi seguro que no le está ocurriendo nada de eso. Se trata de los síntomas característicos de la ansiedad común, la consecuencia de las acciones y presiones de la sociedad.

Las cogniciones (pensamientos), crean nuestros estados de ánimo y un sentimiento negativo genera una negatividad que domina los pensamientos e invade todo lo que se percibe. Todas las experiencias deben ser procesadas por su cerebro y recibir un significado consciente antes de que experimentemos cualquier respuesta emocional.

Tratar de ayudarse a uno mismo es la clave que le permitirá sentirse mejor lo antes posible.

La depresión no es un trastorno emocional sino la consecuencia de un estado reforzado inconscientemente por los pensamientos.
Los efectos que tiene son: un decaimiento, la autoimágen se derrumba, su cuerpo no funciona bien, se paraliza su voluntad y las acciones conducen al fracaso.
Cada sentimiento doloroso que experimenta es el resultado de un pensamiento negativo y la actitud media en la aparición y mantenimiento de todos los síntomas. Ese modo de pensamiento llega a integrarse tanto que se convierte en automático, forma parte de nosotros y no lo detectamos.

Las distorsiones cognitivas:
Todo o nada. Los grises existen.
Generalizar. Lo que ocurre una o varias veces va a ocurrir siempre y se multiplicará.
Filtro mental. Elegir un detalle negativo y percibir como tal toda la situación.
Descalificar lo positivo. Ignorar las experiencias positivas y transformarlas.
Conclusiones apresuradas. Lectura de pensamiento y el error del adivino.
Magnificar/minimizar. El truco binocular aumentando o reduciendo las cosas de forma desproporcionada.
Razonamiento emocional. Tomar las emociones como pruebas de verdad.
Debería. Generan presión, resentimientos y frustración hacia los demás.
Etiquetación errónea. La medida de un hombre le dan los errores que comete.
Personalización. La madre de la culpa, asumir la responsabilidad ante un hecho negativo.

Los pensamientos crean emociones, las emociones por lo tanto no pueden probar los pensamientos. Las emociones siguen a los pensamientos como los patitos a mama pata, pero ese hecho no prueba que la madre sepa a dónde está yendo.

«Siento, luego existo». Ser más consciente de los sentimientos genera una integridad personal; sin embargo, como hemos dicho anteriormente son los pensamientos los que determinan los sentimientos. ¿Priman los pensamientos, los sentimientos? El procesamiento del mundo y de lo que nos ocurre será lo que lo determinará, ser una persona con mayor procesamiento lógico o emocional. Ninguno está mal pero hay que identificarlo, aceptarlo, saberlos manejar y adaptar cuando rompan el equilibrio que necesitemos.
David B.Burns, Sentirse bien, una nueva terapia contra las depresiones. Paidos.