VIII JORNADA AUTISMO Y SANIDAD

 

La diversidad funcional se enfrenta a un sistema con cierta rigidez, que responde a las necesidades de la mayoría, por ello debemos comprometernos toda la sociedad, abriendo puertas y eliminando barreras.

Prevención y atención temprana será la puerta hacia un mejor pronóstico y desarrollo de la persona.

Avanzar, ayudar y caminar junto a las personas con TEA y sus familias, sólo es posible trabajando desde el corazón, desde la empatía y la motivación.
COMORBILIDAD PSIQUIÁTRICA EN ADULTOS CON TEA

En alrededor de un 70% de personas con TEA coexisten uno o más trastornos además del específico.
50-75% discapacidad intelectual
6-15% etiología específica
Patología médica y problemas asociados
La clínica nuclear de los TEA y su heterogeneidad pueden enmascarar dicha comorbilidad, por ello un diagnóstico diferencial se hace imprescindible.

Trastornos afectivos y ansiedad, junto al TDAH y TOC, son los más frecuentes.

Trastorno depresivo, se hace más frecuentes en la transición a la vida adulta y son más frecuentes en las personas con S.Asperger.
Una pérdida de intereses y participación en actividades será una señal de alerta, observando también su ritmo de alimentación y sueño.

Trastornos de ansiedad, junto a la aparición de conductas evitativas y empeoramiento de la sintomatología nuclear.

Factores ambientales suponen un aumento de las exigencias su exposición a un estrés crónico que va a empeorar la sintomatología.

TOC, los rituales y conductas repetitivas, junto a las preocupaciones obsesivas. Los contenidos de las obsesiones van a ser imprescindibles en la diferenciación.

T.Bipolar, se estima una comorbilidad entre un 6-21%, estando más asociado al S.Asperger. Se diagnostican a menudo como esquizofrenia, debido a las atipicidades. Atender a los patrones cíclicos y antecedentes familiares se hace relevante para el diagnóstico diferencial.

Esquizofrenia y trastornos psicóticos, con prevalencia de un 1%. La autorreferencia y alucinaciones van a estar más unidos a los trastornos afectivos.

Trastornos de TICs/Tourette, diferenciar de las estereotipias que son más rítmicas, placenteras y autoestimulatorias.

TDAH, 28-44% y aún impacto en el mundo escolar y laboral. Predomina la inatención.

La hipersensibilidad se asocia o desencadena problemas conductuales. Trabajar la exposición y estimulación progresiva, y control de estímulos, permitirá una mejora significativa, sin necesidad de recurrir a fármacos.

Evaluar los cambios, factores médicos, posible malestar físico.., ya que la conducta es lo visible y a veces la causa viene asociada a estos.

Tratamiento psicofarmacológico, 75% de adultos con TEA siguen tratamiento.
Neurolépticos (ej: risperidona)
Estimulantes, más indicados para el TDAH.
Antidepresivos (ISRS).
Antiepilépticos y estabilizadores del estado de ánimo (Litio).
Benzodiacepinas (Lorazepam, diazepam…).
Otros tratamientos: melatonina (sueño) y suplementos nutricionales, aunque no han demostrado eficacia (a.g.Omega).
Oxitocina, Gaba y Glutamato (antagonistas de los receptores)
INTERVENCIÓN INTENSIVA EN HOSPITAL DE DÍA

Es una gran ventana para observar la sintomatología, la química, interacción familiar, diagnóstico diferencia y elaborar un plan de tratamiento, son aspectos clave que se abren gracias a el funcionamiento de los hospitales de día.

Destacar la coordinación con todo el entorno y personas con las que el niño se desarrolla (familia, docentes, terapeutas…)

La observación conductual se hace imprescindible: sus relaciones, desarrollo emocional, comunicación y lenguaje, el juego y representación simbólica, aprendizaje, etc.

El uso de técnicas de juego específicas (contacto, juguetes, técnicas psicopedagógicas), relajación, técnicas de modificación de conducta, de regulación emocional, autonomía, etc.
Favorecer el desarrollo sensorial, motriz, emocional y cognitivo; garantizar el éxito en las tareas favoreciendo su confianza y motivación

DIAGNÓSTICO COMPLEJO DE PERSONAS CON TEA

Mara Parellada ha sido la encargada de acercarnos a la complejidad de los TEA.
Diagnóstico significa conocer, no es etiquetar, ayuda a evitar malinterpretaciones, a entender y modificar, adaptándonos a la realidad existente.

El diagnóstico temprano es vital: la atención compartida, el lenguaje y habilidades de juego, van a relacionarse con las capacidades cognitivas, desarrollo y evolución.

A partir de los 12 meses de edad se pueden hacer diagnósticos, facilitando la intervención temprana eficaz.

El trastorno no se puede evitar pero los efectos graves de este si.

Buscar signos de alarma:
Balbuceo, señalar, contactó ocular, comunicación, etc.
Los niños con un desarrollo típico centran más su atención en las expresiones faciales (emociones, intenciones, intereses…) y en los TEA, la mirada y atención es más aleatoria.
Se adquieren otros aprendizajes pero se dejan a un lado los aprendizajes sociales.

El diagnóstico temprano comienza en las familias, pero también en la atención primaria y escuelas infantiles.
EL AUTISMO EN EDAD ADULTA. CARACTERÍSTICAS E INTERVENCIÓN

Los niños con autismo crecen y debemos responder a sus necesidades, adaptando los apoyos y entorno para cubrir sus necesidades.

El autismo en los adultos implica una compensación, ya no es un conjunto de síntomas, sino que percibimos el efecto de su adecuación social y han «aprendido» a vivir con ello y manejarse.

En adultos los síntomas son más sutiles, mayor complejidad porque se mantiene la alteración en la tríada, sugestión por conocimientos de las características definitorias, y es más complejo en mujeres.

Por otro lado, la familia también sufre un proceso de envejecimiento, y en la mayoría, los apoyos más importantes vienen de ellas.

Vulnerabilidad, soporte emocional y el aislamiento futuro, son las principales preocupaciones de las familias, y debemos responsabilizarnos para responder a ellas.

Los adultos con TEA y sus familias, son supervivientes y pioneros en el desarrollo de los programas de calidad de vida y atención.

La autonomía y el bienestar serán aspectos claves, el ajuste personal e inclusión social.
Partir de una PCP (Planificación Centrada en la Persona), siguiendo un modelo de calidad de vida, incluyendo la adecuación de los apoyos necesarios.

El desarrollo de un plan personal se debe realizar partiendo de la participación y vida activa, con capacidad de elección, gustos e intereses, objetivos personales (deseos y metas), actividades y tareas equilibradas para el enriquecimiento personal, construyendo un proyecto de calidad de vida.

Carmen Molina, directora de la Asociación Sinteno, y persona con SA. Carmen nos ha dado una increíble visión que nos acerca a la PERSONA, dejando a un lado la medicina e investigación científica, pasando a una versión más cercana. Os dejamos con su testimonio:
«La comorbilidad no va necesariamente unida a la persona con autismo. El entorno hostil y estresante, un entorno poco saludable, será el cimiento de esa supuesta comorbilidad que contribuye a que la persona con TEA enferme.
Pagar el precio de ser normal, por asumir un rol que se exige de una forma desigual

Ayudemos a las personas con TEA gracias a naturalizar, responder a la hipersensibilidad, con estructuración visual, previsibilidad, no malinterpretando errores sociales ni penalizar, apoyando y respetando.

¿No ha traído usted su rampa? Cuestionaba Carmen Molina, una persona con discapacidad motora que se desplaza en silla de ruedas no puede llevar consigo la rampa que necesita. Hacen falta esas rampas que faciliten el acceso a las personas con TEA, y conocer qué necesidades y apoyos son necesarios.

Tener AUTISMO es una condición más como muchas otras, sensibilizar, dar a conocer y responder, es trabajo de todos.

Los testimonios en primera persona son los que nos acercan y ayudan a conocer, dejando al margen la ciencia (algo imprescindible que no podemos abandonar), pero dando la importancia que merece a la PERSONA.